Las formas de expresión de la humanidad siempre encuentran salida, a pesar de las complicaciones del entorno, de la falta de recursos económicos, de la censura política, de la falta de estudios formales. La necesidad de expresión de las personas y de ser escuchados, de hacerse comprender desde lo más íntimo a lo más trivial, hace que redoble o triplique los esfuerzos con tal de conseguir ser vistos o escuchados. Quieren difundir sus amores, sus miedos, sus denuncias y sus creaciones.
La creatividad para resolver esta problemática fundamental impulsa a la humanidad a inventar las más diversas formas de expresión. Los empuja a resolver el tipo de materiales que usará para expresarse y los soportes que contendrán su obra y el dónde estará física y, ahora último, virtualmente su forma de expresión.
Algunos ocuparán como material y soporte su propio cuerpo y su presencia directa como plataforma para la expresión. Otros preferirán el anonimato que les da un seudónimo para escribir o dibujar en muros de la ciudad que serán su soporte momentáneo y etéreo para su obra. Otros perseguirán los muros interiores de los museos e intentarán ocupar los mejores materiales y estructuras para ser aceptados por los curadores y para que su obra dure y trascienda incluso a sus propias vidas. La diversidad en la expresión artística es inmensa y su importancia es fundamental.

Cada cambio de época ha mostrado nuevas formas de expresión, incluyendo innovación en nuevos soportes. Desde los muros de las cavernas y su arte rupestre, hasta los soportes digitales y el “netart” de hoy. Una de las industrias que más considera el arte en estos días, podrías ser la industria de los videojuegos, donde se mezclan las expresiones plásticas, literarias, musicales y cinematográficas en un soporte completamente abstracto. No sabemos qué otros alcances lleguen a tener el arte en la humanidad en las próximas décadas, pero sabemos que encontrará nuevas formas.
Nuestra revista quiere ser un espacio digital a muchos escritores y artistas que quieren mostrar su trabajo. Que quieren recibir comentarios y recomendaciones de parte de lectores en toda Latinoamérica, que quieren mostrar sus formas de ver la vida, de pensar, o simplemente quieren desafiar su creatividad y seguir perfeccionando su obra y tener estas experiencias.
Algunos de ellos llevan años mostrando sus trabajos en blogs o páginas de aplicaciones como Facebook o Instagram o en plataformas especialmente diseñadas para escritores como Watpadd o Sweek. También hace algunos años existen las galerías de arte virtuales para artistas plásticos. Hay un mundo completo de arte en la red. Sin embargo, todavía hay una necesidad de volver a lo físico. Todavía se valora el libro como objeto físico, o el cuadro con sus texturas en vivo o el teatro presencial con sus dimensiones múltiples. Seguimos siendo seres de carne y hueso que llenamos un espacio físico y necesitamos encontrar en esta dimensión nuestra expresión artística.
Muchos se preguntarán dónde está límite de lo que es arte y lo que no, pero eso se lo dejaremos a otras generaciones para resolver o seguir preguntándose, porque llevamos siglos y no hemos sido capaces de resolver esa definición.

Fotos: Intervención artísticas sobres muros. Enero 2020, Santiago de Chile.