Desquicio

Al costado de mi casa
una desquiciada abuela,
despeinada y sin teja,
en silla se desparrama.

Desarrolla un alboroto
que no registra palabra,
con bombilla colorada
pretende barrer otoño.

Asustadiza una hoja
hasta con diluvio anda
tras el paraguas de Mara
y las botitas de Rosa.

Al costado de mi casa,
Ana María me cuenta:
“El desquicio de la abuela
cada día se agrava”

Amanecidos con locos
estas y otras cosas pasan.
Mejor amistad honrada
con brochecito de oro.

Justina Cabral
Argentina

Fotografía : María Susana López / Argentina

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