Ese mundo en el que creímos,
perdido en este viaje al laberinto,
sentir el vació entre las estrellas,
atrapados en celdas del inconsciente,
el mundo se detuvo en el horizonte,
en aquellos relojes de desiertos blancos,
y los demonios van castigando el alma,
con emblemas prohibidos de fiel imagen.
Puertas que abren en direcciones opuestas.
nunca la razón nos dará lo que queremos.
Los espíritus inertes de esta travesía,
van demorando el paso de la noche,
los lugares van desapareciendo,
mientras buscamos esa magia perdida,
y este tiempo no nos da lugar,
a buscar el final más acorde a esta realidad.
Ariel G.tres
Argentina
