Toca, permite sentir tu divinidad,
Habla, permite sentir tu amor,
Lucha, permite que te amen.
Tus labios que susurran verdad,
Tus manos que deliran deseos siguiendo un camino,
Tus ojos que estudian el pasaje.
Y caigo,
Caigo en la trampa de lucifer,
Y caigo,
Caigo en la pasión de Dios,
Y caigo,
Caigo en el sueño del pecado.
Toca, permite que te guíen,
Habla, permite que te enseñen,
Lucha, permite que te toquen.
Y caigo,
Caigo cómo el ángel caído
Y caigo,
Caigo como Eva con la manzana
Y caigo,
Caigo en un bucle infernal.
Marla Cos
México
Escritora desde siempre, la lectura fue su refugio y a sus 20 años comenzó a cursar la carrera de Letras, esperando conocer a los grandes de la literatura, para algún día convertirme en una de ellos. Lo que escribe viene desde su alma y todo tiene un poco de ella y que le gusta compartir con quién decide leer.
