Sin mirar a través del mapa
abro el verso y digo:
poesía es el sitio donde se alivia la urgencia,
la indagación del nombre
por el que se atestigua en alta voz,
el valor y la altura sobre un límite infinito,
ola a punto de hallar la interrogante compleja
y fe hacia la entrada salvadora del tiempo.
El poema florece de un golpe,
hace la fantasía y se propaga rápido
suficiente en su proceder de campana
donde la libertad obsequia justica,
facultad y razón para vivir a plenitud.
Con su magia
se llega al sitio trazado por el hombre;
su valor es punto cardinal
proveedor de un verso extendido sobre el mar
y no termina hasta ser horizonte que ampara.
Urge dar con él,
existir en su luz curativa:
él hará libre esta carne protectora
y librará de acertijos los recuerdos,
el espacio en la garganta y el puño.
Cuando el poema se expanda
se elevará el termino País;
solo entonces
podrá tomarse al verso como testigo,
honrar la fantasía,
hallar alojamiento en su estructura
y distinguir la recompensa.
Desde el mismo comienzo
del álbum que nos absuelve de culpas
escucho atentamente las ánimas,
pacto mi quedar
y reanudo el viaje hacia esta poesía
hecha a prueba de ciclones,
esa que transita fácil hacia una lumbre eterna
sin buscar otro fin que hacer el beneficio.
Rolando Reyes López
Jovellanos, Matanzas, Cuba
