la realidad
es una casa
habitada por soledades
pura sombra
donde no crecen
los yuyos
el aire
tiene miedo de ser
una versión
de la memoria
en el umbral
solo tinieblas
inocentes
sin voz.

la desolación
es una ciudad
vacía de aire
lleva por nombre
una paradoja
donde nadie
es inocente.
la honestidad
es una tortuga
boca arriba
con la elegancia
del fracaso
nadie ofrece
su cuerpo
abrirse al cuchillo
o la espera.

David González
Buenos Aires, 1979
Nos escribe desde Viedma, Argentina.